Lecciones de Periodismo
Carlos Arribas de El País en el Tour de Francia

19 de julio de 2011



"Desconcertante y triste como un periódico del día anterior, así la última etapa de los Pirineos, la etapa del terrible Plateau de Beille". Tú vas y escribes así el comienzo de una crónica y ya te puedes morir, dejarlo, ir a descansar, lo de la vuelta al mundo, lo de la Gran Novela, lo de poner un bar con un colega y si va mal entonces quizá lo abres al público, lo de las Siete Palabras bien escritas, que en este caso son 23 palabras bien escritas, lo de mira el tío cómo empieza la crónica, poderío y empoderamiento del caro, del lujoso, del confortable, del elegante, del que tiene estilo, del que suena bien, del que sienta mejor, del que satisface y llena plenamente, del que no es más que inteligencia y talento, del que ve las cosas, del chispazo, de la conexión, de la sinergia, de la sinapsis, de la idea, de la emoción, de la frase, de clavar las letras, cincelarlas, amoldarlas, ver cómo la idea-rompecabezas se compone según tecleas, la ecuación que lo resuelve y todas esas cosas... el orgasmo... digo que todas esas cosas que te pasan cuando eres periodista, escribes una crónica, empiezas así y sabes, repito, sabes, que te gusta, y que estas explicándo lo que has visto y que te van a entender.

¿La etapa del Tour cómo fue?
Pues ha resultado extraña, rara, diferente, ilógica... buscas los adjetivos y, de repente, te sale supongo que del tirón: "Desconcertante y triste como un periódico del día anterior, así la última etapa de los Pirineos, la etapa del terrible Plateau de Beille".

Es mi reto. Algún día, espero que no muy lejano, seré capaz de empezar una crónica con una belleza periodística tal.

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