Doce razones para bloguear

13 de octubre de 2012

Me invitaron a participar en el proyecto 'Una docena de razones buenas para bloguear?. Este es el resultado. Poeta uno que tenía el día y no dio pie con bola y Olé.

  Unadocena


Una vez cada seis meses tengo insomnio, yo, cuyo padre solo me dejó por herencia dormir como un tronco, que ya es más que suficiente. Antes pasaba estas vigilias fumando. Ahora me da por rebuscar entre los papelotes de mi biblioteca. Me di de bruces, serían ya las cuatro de la mañana, con una caja de cartón en cuyo interior, algún día, hace ya un par de décadas, me dio por guardar mis carpetas de mi época de estudiante. 

Encontré la de BUP y COU (entonces una carpeta duraba hasta cuatro cursos) con los nombres de mis enamoradas y las letras de las canciones que les dedicaba, como ‘Siempre quise ir a LA’ o ‘Chica de ayer’. Era 1982. También encontré la de primero de Periodismo y también dos más con mucho material personal del resto de la carrera. Entre esta memoria no oficial de mi vida, hallé, tesoro brillante, mis dos diarios de cuando adolescente. 

Realmente, mirando desde el siglo XXI a los años ochenta, no eran más que mis primeros posts en este blog que es mi vida, que empieza un 20 de mayo y con el florido mes, mis doce razones para bloguear. 

1. Mayo 
Me gusta bloguear como es de florido y burbujeante mayo, con su promesa del verano y su carne fresca de primeros rayos de sol que nos hacen salir a la calle y a la web con nuestras mejores ideas y recibir a cambio nada salvo la alegría de bloguear. 

2. Junio 
Blogueas con intensidad como cuando llegaban los exámenes finales. Se postea para dejar los deberes hechos del curso que termina porque, los de mi generación, todavía medimos nuestro tiempo en cursos y no en años. Así que bloguea que llega el verano y hay que decir todo lo que se quiere decir. 

3. Julio  
No hay tiempo para mucho. Son los Sanfermines y es tiempo de barra de bar y de noches de copas. Es más el momento de enredar con mil planes de los que luego, alguno, llegará al blog y brillará como la sonrisa y la mirada de un 15 de julio sobre la Concha, bajo la Alhambra, junto a la suave brisa del Mediterráneo o de los Pirineos. Se bloguea con calma pero con mucha intención. 

4. Agosto
Es incandenceste, calenturiento y explosivo. Pero al mismo tiempo también Dios inventó la siesta así que el blogueo es letárgico, narcótico, somnoliento. Por eso cuando se bloguea, hay que transmitir bien costumbrismo bien los recuerdos de la infancia. Y se conecta entre duermevuelas que son sueños. 

5. Septiembre  
Sube la marea, crecen las olas y se ve la grandeza del blog. Pero también el compromiso por llegar a la orilla y sonreír. Se bloguea para meterse en problemas, criticar, denunciar, llamar la atención sobre las injusticias, quizá. 

6. Octubre 
Es el mes de Gabriel García Márquez en ‘Cien años de soledad’ cuando él dice “Llueve” y ella le responde “Octubre”. Es el mes del talento, del estilo, de la finta dentro del adjetivo, de las siete palabras bien escritas. Es el mes de la bueba caligrafía y de saber expresar lo que se pretende decir, transmitir. Es la palabra en el mensaje. 

7. Noviembre 
El mes de los santos, cuando acelera la vida a golpe de cadera o de trote desquiciado. Hay que huir de los errores pero siempre aprendiendo de ellos. Por eso lo contamos. Nos lo explica Batman en la tercera entrega de su última trilogía. “¿Por qué nos caemos?”. “Para levantarnos”. 

8. Diciembre 
De la sobredosis de información a la falta de noticias, buscamos en los blogs el compromiso de descubrir otros hermanos, que nos enlacen y que les comentemos para crear nuestra propia comunidad trasiente de alienígenas integrados en nuestras propias almas. Blogueamos porque buscamos territorios donde la sociedad no se disipa y busca el compromiso de la justicia social. 

9. Enero 
Todo vuelve a empezar. Y buscamos nuevos caminos, probamos nuevos widgets. Acaso sopesamos ciertamente la opción de rediseñar nuestros contenidos publicables y publicados. Es una forma de ordenar nuestro cráneo, horadado por el estigma de la ilusión que no llegó. Y lo transmitimos. 

10. Febrero 
Es taaaaaaaaaaaaan corto que lo imitamos y posteamos rápido, directos al mentón. Es el fulgor y es también el Carnaval. Lo hacemos porque llega la locura astracanada, parte esencial de nuestro concepto del bloguerío trepidante y dicharachero.

11. Marzo 
Es el mes de la dureza. Un mes sin fechas pero también sin plazos. Equinocio. Gestación. Es el mes en el que manda la perseverancia y el que permite el sacrificio de mantenerse con vida para cruzar otros mundos. 

12. Abril  
Pizpireto y poco de fiar. Emboscado en la lluvia trae promesas de amor que siempre se incumplen. No se gana dinero pero nos permite ver llegar la primavera. Por eso seguimos blogueando. Por la esperanza de comunicar y, sobre todas las cosas, ser comunicados.

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